La disfunción eréctil es un evento adverso común de varias clases de fármacos antihipertensivos, incluidos los antagonistas de los receptores de mineralocorticoides, fármacos de acción central, betabloqueadores y diuréticos. Los betabloqueadores son una clase de fármacos muy heterogénea, con diferencias dentro de la clase en cardioselectividad, actividad simpaticomimética, solubilidad en lípidos y capacidad vasodilatadora. La administración de betabloqueadores conlleva el riesgo de varios eventos adversos potenciales que incluyen bradicardia, prolongación del tiempo de conducción auriculoventricular, broncoespasmo, alteraciones del metabolismo de lípidos y glucosa, efectos secundarios relacionados con el sistema nervioso central y, por último, pero no menos importante, Disfunción Eréctil. El propósito de esta revisión es presentar y discutir críticamente la asociación entre la disfunción eréctil y la adherencia al tratamiento antihipertensivo, con especial atención a los betabloqueadores.